Con ChatGpt muchos pensaron que al fin la IA dejaba de ser una realidad inalcanzable. Sin embargo, lo cierto es que hace décadas convivimos íntimamente con ella y sin saberlo es hace tiempo la protagonista de revolucionarios cambios experimentados en la vida cotidiana.
La inteligencia artificial estaba en el sueño colectivo de quienes esperaban que el siglo XXI se inaugurara con ella, así como también con el esperado estreno de autos voladores, carreteras áreas y robots capaces de hacer todas las tareas domésticas. Sin embargo, los 2000 llegaron y varios de aquellos “sueños” todavía son parte de una película futurista que al menos, las actuales generaciones aún no verán.
Pero la excepción confirma la regla, y de ese panorama hollywoodense, lo que sí ya estamos disfrutando algunas de las bondades de la Inteligencia Artificial. Hoy la IA generativa, a través del bullado surgimiento de ChatGPT, sin duda, está produciendo cambios radicales en el mundo laboral, educacional, financiero, científico… y se hace difícil dimensionar lo que pueda venir a corto plazo. La IA al alcance de todos, hoy es una realidad y una herramienta que en la vida real está redefiniendo la manera de hacer muchas cosas.
Sin embargo, este fenómeno es la segunda ola de un punto de partida iniciado por la IA mucho antes. “Las tecnologías con inteligencia artificial han tenido un impacto significativo en nuestra vida cotidiana desde hace bastante tiempo, no solo mejorando la calidad de los resultados entregados por técnicas avanzadas, sino que acelerando procesos y reduciendo su
costo”, afirma Hans Lobel, doctor en ciencias de la ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile y profesor de la misma universidad.
El punto de partida
El 80% de las personas usan IA en su vida diaria y no lo saben, así lo concluyó un informe de la Universidad Nacional
Autónoma de México, que señala que si bien en los últimos años con ChatGPT se inició una revolución visible, las personas
hemos utilizado la IA, desde mucho antes sin siquiera estar consciente de ello.
Para entender esta desconocida convivencia con la IA, lo primero es definir qué es.
Una buena explicación es la de la OCDE que la define como “un sistema computacional que puede, para un determinado conjunto de objetivos definidos por humanos, hacer predicciones, recomendaciones o tomar decisiones que influyen en entornos reales o virtuales”.
En otras palabras, la IA imita el comportamiento humano, de hecho no hace nada que el hombre no pueda hacer, con la diferencia que la automatización y la capacidad de recopilar millones de datos, la llevan a aportar información inalcanzable para el ser humano.
Esta es la revolución de la IA y hace años que ya convive con nosotros, permitiéndonos en los más diversos ámbitos de la vida cotidiana, cambiar nuestra manera de hacer las cosas y tomar mejor decisiones.
Un registro de esta revolución silenciosa es lo que presentamos a continuación:
1.- Del plano de calles en papel a Waze:
Antes: Pedir en el aeropuerto el mapa impreso de una ciudad para recorrerla como turista, imprimir un plano en el counter del arriendo de auto o buscar en la sección planos del antiguo directorio telefónico cómo llegar a una dirección desconocida,
era la forma que la mayoría de las personas, hasta el 2008, utilizaban para desplazarse.
Después: Hoy más de 140 millones de usuarios le preguntan a Waze cómo, cuándo y por dónde desplazarse para llegar a un destino determinado de forma segura y en el menor tiempo posible.
De hecho, aunque conocemos la dirección de la propia casa, esta aplicación genera una dependencia que asegura que se escogerá la ruta más expedita y eficiente.
Hoy su uso es cotidiano, pero es importante tomar conciencia de la revolución que trajo consigo. Según estudios realizados por la compañía, quien utiliza esta plataforma puede ahorrar en promedio un 15% del tiempo que pasa en su automóvil.
Waze utiliza IA para analizar datos del tráfico en tiempo real y aprende del estilo de conducción de cada usuario, de manera que sus cálculos de tiempo estimado de llegada suelen ser muy precisos. Y como si fuera poco, además Waze tiene la capacidad de corregir en forma inmediata los errores humanos al volante, buscando de inmediato las mejores rutas alternativas, dando así una gran tranquilidad al conductor. (A todo esto se puede sumar el ahorro de la impresión
de millones y millones de mapas que antes circulaban por el mundo).
2.- Del catálogo impreso al marketing online personalizado:
Antes: De acuerdo a la National Mail Order Association (NMOA. org), se cree que Benjamin Franklin fue el primer creador de
catálogos en los Estados Unidos. En 1744, él creó el concepto básico de venta por esta vía, presentando en papel los libros
científicos y académicos que vendía. Más tarde el registro es de 1872, cuando Aaron Montgomery Ward produjo el primer
catálogo para su tienda. Este era una sola hoja con una lista de precios, que mostraba las mercaderías a la venta. Y hace tan solo unos pocos años atrás, la variedad de productos y ofertas la conocíamos por verdaderos libros-catálogos que llegaban a domicilio.
Después: Con la llegada de la Inteligencia Artificial a los smartphones, el marketing pasó a ser digital, personalizado y son las mismas personas las que alimentan a los algoritmos para que plataformas como Instagram, Netflix, Facebook, Amazon entre muchas otras, se especialicen en mostrar aquello que cada persona, según sus gustos individuales, busca.
Ese es el trabajo de la IA. No hay magia, el algoritmo aprende del comportamiento de cada persona, según las consultas que hace al navegar, según sus compras y según las elecciones que realiza, para luego, de acuerdo con ello sugerir y satisfacer a cada usuario con distintas propuestas.
La IA también utiliza información relacionada con datos demográficos como la edad, sexo y ocupación del usuario para determinar los anuncios que probablemente sean de su preferencia.
Así, las plataformas terminan “conociendo” tanto al usuario que saben cómo captar su atención con la debida recomendación de amigos, productos, películas, música, contenido, experiencias o lo que sea.
Esta capacidad de la IA que ha cambiado radicalmente la forma en que se “vitrinea” ha tenido un impacto significativo en la vida cotidiana.
Para muchos mejora la experiencia del usuario, se ahorra tiempo y recursos, entre otros. Sin embargo, también están los detractores que manifiestan sentirse encasillados por la IA, pues esta no da la opción de “mirar” aquello que se sale del perfil. Es por esto que para “engañar” a la IA, también es importante tener en cuenta algunas recomendaciones.
Por ejemplo, es importante tomar la decisión en qué plataformas se confiará y seleccionar a quién se le entregarán los datos personales. La recomendación es no poner a todo permitir y aceptar.
Al respecto, expertos señalan que es importante tomar conciencia del valor de los datos personales. Hay aplicaciones que lo único que hacen es mandar a China la información que la misma persona ingresa. Lo que la IA puede deducir de cada interacción, muchas veces es mucho más de lo que se cree que se está ingresando. Es importante ser menos
pasivos, más activos y más críticos, frente a cada movimiento online.
3.- De la radio FM a Spotify:
Antes: Las generaciones ochenteras recordarán que para oír una canción favorita, el camino era llamar a la radio, pedir el tema y simplemente estar atento a su salida al aire para grabarla en un cassette. La generación siguiente también recordará
la desaparecida Feria del Disco y la colección de CD con la que se llenaban los estantes de una casa para tener a todos los cantantes favoritos.
Después: Hoy con solo apretar el botón de la app de Spotify es posible reproducir en segundos cuantas canciones se quieran oír como artistas se quieran seleccionar. Esto además con la posibilidad de formar una lista personal y acceder a la listas de otros. Y, por cierto, no solo de música, sino que también de charlas, conferencias, relatos, y tanto más.
Una verdadera biblioteca de audio para satisfacer literalmente todos los gustos e intereses. Y con la IA Spotify, además de ofrecer las recomendaciones que están asociadas a los gustos individuales, recomienda según los gustos de personas que han tenido comportamientos similares a cada persona. “Esto no solo mejora nuestra experiencia, sino que también democratiza el acceso a la música, permitiendo que nuevos artistas lleguen a audiencias globales”, explica Hans Lobel.
4.- De la cámara fotográfica análoga a imágenes profesionales en el celular:
Antes: El antiguo revelado del rollo de la cámara análoga, aunque tiene su romanticismo, en la práctica para un usuario común implicaba desarrollar un rollo completo, pagar por ello y seguro tener a disposición muy pocas fotos que satisficieran
la calidad y las expectativas personales.
Después: hoy la fotografía en smartphones y la IA incorporada en ella permite que sin ser profesionales cualquier usuario tenga a su disposición funciones avanzadas como el reconocimiento de escenas, la estabilización de imagen, modos de retrato, formato cine, corrección de luz y tonos de colores, entre otros.
5.- Del ojo humano a un completo análisis de datos por los algoritmos:
Antes: Cualquier visita al doctor antes era sinónimo de diagnóstico, pues era el examen clínico, el conocimiento acumulado por los médicos y su experiencia frente a unos pocos exámenes de imágenes y de laboratorio, los que daban el veredicto de una enfermedad.
Los médicos tomaban decisiones basadas en la información disponible, pero no podían analizar grandes cantidades de datos al mismo tiempo para personalizar el diagnóstico y el tratamiento.
Después: Con la IA la medicina, si bien requiere en primera instancia de esa importante evaluación clínica, se ha vuelto más
precisa, rápida y personalizada. Los sistemas con algoritmos son capaces de procesar y analizar cientos y miles de datos complejos que mejoran el diagnóstico, el tratamiento y los resultados clínicos, reduciendo el margen de error y optimizando la atención al paciente.
Un ejemplo son los algoritmos que interpretan imágenes médicas (radiografías, tomografías, mamografías) y detectan signos
de enfermedades con mayor precisión que el ojo humano de los radiólogos, pues en algunos casos simplemente, este no tienen la capacidad de verlos.
Otras revoluciones de la IA:
- Reconocimiento Facial: Utilizado en aplicaciones de seguridad, sistemas de desbloqueo de teléfonos, y en la gestión de
identidades, ha revolucionado la seguridad y la privacidad. - Traducción Automática: Aplicaciones como Google Translate utilizan IA para proporcionar traducciones rápidas y precisas entre diferentes idiomas, facilitando la comunicación global en tiempo real.
- Medicina y Diagnóstico: Algoritmos de IA que pueden diagnosticar enfermedades basándose en síntomas y análisis médicos, mejorando la precisión y rapidez de los diagnósticos.
- Asistentes Virtuales en los Teléfonos Inteligentes: Siri de Apple, Google Assistant en dispositivos Android, y otros asistentes virtuales han transformado cómo Interactuamos con nuestros teléfonos y gestionamos nuestras actividades diarias, desde establecer recordatorios hasta controlar dispositivos domésticos inteligentes.
- Filtros Anti-Spam y Seguridad en Correo Electrónico: Los servicios de correo electrónico como Gmail utilizan IA para
identificar y filtrar automáticamente correos no deseados (spam), así como para detectar posibles ataques de phishing y malware, mejorando la seguridad en línea. - Motor de Búsqueda de Google: El algoritmo de búsqueda de Google utiliza inteligencia artificial para proporcionar resultados precisos y relevantes a las consultas de Los usuarios, transformando la forma en que obtenemos información y realizamos investigaciones.

